No muy lejos del pequeño pueblo de Tréhorenteuc, este valle excavado en la roca púrpura también se llama el Valle Peligroso o el Valle de los Amantes. Eso es más que suficiente para disuadir a más de un excursionista! Sin embargo, los senderos del Valle sin Retorno son frecuentados con asiduidad debido a la belleza y la magia del lugar…
El Valle sin Retorno es conocido sobre todo como el dominio del hada Morgana. Hermanastra del rey Arturo es conocedora de la magia de Merlín. A menudo camina por el Valle sin Retorno, esperando impaciente la visita del caballero Guiomar del que está locamente enamorada. Un día, Morgana sorprende a su buen amado en compañía de una joven. Encolerizada, el hada se venga petrificando a los dos amantes en la cima del valle.
Estas dos piedras, enlazadas la una con la otra, conforman la roca de los Falsos Amantes. La ira de Morgana no acaba aquí. Hechizó al valle entero para condenar a los infieles de cuerpo y espíritu: al atravesar el valle, los infelices quedaban encerrados para toda la eternidad perdiendo la noción de tiempo y lugar. Fue Lancelot del Lago, un caballero valiente y fiel a los juramentos de amor hechos a la reina Ginebra quien rompió el encanto, obligando a Morgana a liberar a los prisioneros. Pero quién sabe si la poderosa hada no reina cruelmente aún en nuestros días…
A la entrada del Valle sin Retorno, la superficie inmóvil del Espejo de las hadas parece anunciar la frontera entre el sueño y la realidad: ¿puedes distinguir un lado de otro?
La extensión de agua alojada en la depresión del valle se utilizaba antiguamente para alimentar un molino. Se dice que sus aguas «brillantes y claras como la plata» eran el hogar de 7 hadas, todas hermanas. Un día, empujada por la curiosidad, la más joven de ellas se acercó a un humano y se enamoró perdidamente. Los dos amantes pasaron dulces momentos en secreto hasta que las hadas les descubrieron y decidieron vengarse… Lo habríais comprendido, ¡las hadas pueden llegar a ser muy crueles! Pero si te inclinas sobre el Espejo de las hadas, puedes ver sus caras…
Ubicado en el fondo del Valle sin Retorno, en la localidad de Paimpont, el Arbre d’Or (el árbol de Oro) es una obra de arte creada por François Davin en 1991. En 1990, un terrible incendio devastó más de 400 hectáreas de brezales. Este árbol cubierto de hojas de oro simboliza el renacimiento del bosque, pero también su carácter frágil y hermoso. Está rodeado de 5 árboles calcinados que representan la desaparición de la naturaleza.
En lo alto del Valle sin Retorno se encuentra una curiosa cima de esquisto veteada de cuarzo. Sería la columna vertebral de un dragón o el asiento de Merlín…
