El monasterio domina el río Oyon, no lejos del pueblo de Guer. Los cuatro edificios actualmente visibles fueron construidos sobre un emplazamiento galo-romano. De hecho, las excavaciones arqueológicas realizadas en la década de 1990, sacaron a la luz varias piezas, fragmentos de cerámica, tejas y ladrillos que parecen indicar que este lugar habría sido muy concurrido. En el interior de la capilla, las diferentes piezas arquitectónicas nos recuerdan la antigüedad del emplazamiento.
En el siglo X o XI, los constructores de la capilla reutilizaron los ladrillos del antiguo emplazamiento para construir los cimientos de la capilla. A partir del siglo XIII la capilla pasó a depender de la abadía de Nuestra Señora de Paimpont. Sufrió importantes restauraciones en el siglo XVII. Aún se puede leer sobre una de las piedras del muro de la capilla la inscripción «1631», fecha en la que se llevaron a cabo las obras. En la Revolución, el monasterio se vendió y cayo en el olvido. Se convirtió por tanto en un simple granero.
En el siglo XIX la capilla fue redescubierta por varios intelectuales pero, ¡no fue hasta 1957 cuando su belleza salió a la luz completamente! Mientras un investigador del CNRS pescaba en el Oyon, el río que bordea el monasterio, la lluvia empezó a caer y el investigador encontró refugio en la capilla. Raspó el yeso de las paredes y descubrió varios frescos del siglo XV. ¿Suerte o intervención del destino? Fuese por la razón que fuese, la capilla recuperó todo su esplendor. Fue denominada monumento histórico en 1971. La asociación de salvaguardia de la capilla de Saint Etienne se creó en 1977 y desde entonces lucha por su conservación y su valorización.
Fuentes: Encyclopédie de Brocéliande
El monasterio de San Etienne, vídeo Centro Les Landes de Monteneuf – 2017-